Empezamos 2020 llenos de optimismo porque todo apuntaba a un año de lujo. Habiendo retomado la senda del crecimiento sostenido, aunque siempre dentro del convulso entorno político de nuestro país, no podíamos imaginar lo que nos esperaba, porque ocurrió lo impensable. Fuimos atropellados al inicio de nuestra recuperación y aquí estamos ahora, un poco aturdidos, intentando volver a la senda. Toda la planificación que habíamos hecho ha pasado a un segundo plano y, en medio de este torbellino de acontecimientos, estamos intentando encontrarnos a nosotros mismos.
Buscando un mínimo de racionalidad en el contexto y valorando las posibilidades a medio plazo de nuestro mercado, tanto de cartón corrugado como de bolsas de papel, podemos concluir que tendremos comportamientos sectoriales muy diferentes en nuestra cartera de clientes. Algunos de ellos, como los de los segmentos de alimentación, higiene y limpieza, han continuado con niveles de consumo cercanos a la nueva normalidad, no tan lejanos de la anterior. Sin embargo, otros que operan en el segmento de bienes no esenciales y duraderos sufrirán sin duda profundas sacudidas en sus carteras de pedidos y, como consecuencia, también tendremos déficits significativos en nuestra producción prevista. En el segmento de las bolsas de papel, es probable que nuestra fuerte dependencia del mercado de la construcción provoque importantes caídas de volumen, ya que este sector tardará en volver a la normalidad.

Se están evaluando todas las opciones para que el impacto sea el menor posible: nuevos mercados, nuevos productos, nuevos canales de venta, en definitiva, todas las alternativas que puedan mitigar los efectos de la desaceleración, tan acusada en estos momentos.
Empresas como la nuestra, que llevan mucho tiempo asentadas en el mercado, de alguna manera siempre están preparadas para afrontar nuevas crisis, quizás no como ésta, que sin duda supone un reto mayor y que, por su nivel de complejidad, dejará en el camino a muchas iniciativas empresariales, pero seguro que encontraremos la forma de sobrevivir. Ya sea por la fortaleza de nuestro producto o por la determinación de las personas que forman nuestros equipos, saldremos fortalecidos y capaces de aprovechar los espacios que muchos dejarán cuando la crisis haya pasado.
Seguimos decididos, creyendo en nuestro potencial. Somos una empresa nacida y forjada para el éxito, y retos como este forman parte de la trayectoria de los grandes ganadores y líderes del futuro.
Gilmar Luiz Maffei
Superintendencia de Ventas – Trombini Embalagens S/A